En ocasiones, la arquitectura trasciende la forma para tocar lo invisible. En Casa Decor 2025, Neolith y el estudio davidedavid firman una propuesta que va más allá de lo visible y lo funcional para adentrarse en el terreno de lo emocional.

“Pasaje Hacia el Interior del Alma” es una invitación a cruzar un umbral hacia lo sensorial, donde la materia cobra vida, los sentidos se agudizan y el diseño se convierte en un viaje interior.

El estudio de arquitectura e interiorismo davidedavid, fundado por Davide Ridenti y David Pérez Fernández, lleva más de una década explorando los límites entre arte, diseño y arquitectura. Su propuesta para Neolith en Casa Decor 2025 es la síntesis de esa trayectoria: una instalación que va más allá de diseñar un espacio, creando una atmósfera capaz de provocar introspección y emoción.

“Desde el primer momento tuvimos claro que queríamos crear un espacio en el que las emociones primaran por encima de la funcionalidad”, explican los diseñadores. Inspirados por la esencia propia de la arquitectura japonesa contemporánea de tener un espacio sin un uso concreto, las ensoñaciones metafísicas de De Chirico o las ruinas romanas colonizadas por la naturaleza, los arquitectos construyen un pasaje que nos conecta con lo esencial. “Este proyecto nace del deseo de recuperar esa estancia perdida donde el alma se antepone a lo físico. Lugares así, aún escasos en nuestras casas, se convertirán en una necesidad ineludible en el futuro”, declaran.

En el corazón de esta experiencia está la piedra sinterizada de Neolith. Mucho más que un revestimiento, sus superficies constituyen el vehículo a través del cual la luz, los reflejos y las texturas despiertan sensaciones profundas. San Simone, Niagara, Whitehaven y Cappadocia Sunset fueron los modelos escogidos para dar forma y alma al espacio.

“El catálogo de Neolith es tan amplio que las posibilidades eran casi infinitas”, cuentan los diseñadores. “Pero seleccionamos estos cuatro modelos por su elegancia y por cómo dialogaban con la espiritualidad del proyecto. Como en las capillas, donde se combinaban materiales humildes con acabados nobles”, añaden.

De esta manera, se eligió cada superficie por su capacidad de resonar con la narrativa emocional de la instalación. En palabras de sus creadores: “Si se guarda el silencio y se presta atención, se puede oír cómo los proyectos hablan. De esa conversación nace la mayoría de nuestras decisiones.”

Nada en el espacio es casual. Desde la sensación de incertidumbre inicial al cruzar el umbral, hasta la calma que envuelve al visitante conforme avanza en el recorrido, todo ha sido diseñado para acompañar una transformación interior. La tenue iluminación, la naturaleza reinterpretada, el juego de reflejos... todo está al servicio de los sentidos.

El arco, elemento central del diseño, simboliza el tránsito. “El arco es un elemento arquetípico, universalmente reconocible como un umbral entre dos mundos. Desde los arcos triunfales de la antigüedad hasta los torii sintoístas que dan acceso al reino espiritual, esta forma canaliza la idea del paso y la transformación”, explican.

La alianza entre Neolith y davidedavid nace de una conexión genuina. “No es la primera vez que colaboramos con Neolith, y como dice la canción: ‘si tú me dices ven, lo dejo todo’”, cuentan entre risas. Una complicidad que se nota en cada detalle de la instalación, fruto del respeto mutuo y de una visión compartida: la de crear espacios que inspiren, emocionen, que no dejen lugar a la indiferencia.

“Nuestra filosofía se basa en la relación intrínseca entre arte, diseño y arquitectura. No podemos ver arquitectura sin diseño, ni diseño sin arte. La arquitectura relaja el cuerpo, el diseño la mente y el arte el alma”, resumen.

Con “Pasaje Hacia el Interior del Alma”, Neolith vuelve a traspasar los límites del diseño convencional para abrir la puerta a nuevas formas de habitar. Una propuesta que reafirma su liderazgo en innovación, estética y sostenibilidad, y que demuestra cómo los materiales pueden conectar con lo más profundo del ser humano.